Amposta Parc - Amposta, Tarragona

Sandra D.

Nuestra estancia en Amposta Parc fue verdaderamente buena. Nos hospedamos en la parte de las casas, y no en el edificio central, lo cual ofreció una experiencia acogedora y tranquila. Las instalaciones deportivas son amplias y están bien mantenidas, ofreciendo un espacio ideal para practicar fútbol. Aunque las habitaciones podrían beneficiarse de una modernización, la comodidad fue suficiente. La comida fue buena y variada, complementada por una atención inigualable. El personal fue siempre atento y amable, asegurando que nuestra experiencia fuera memorable.

M

Llegamos un miércoles para el viaje de fin de curso, y apenas llegamos hicimos unas actividades en bici por el Delta (que quedaban lejísimos de la casa). Las bicis estaban en bastante mal estado. No era mi primera vez en la casa, pero nunca había hecho actividades con monitores (Cristian, Julia, Martí y Marc), quienes fueron bastante desagradables y nos trataron fatal, especialmente Cristian. La comida era horrible, sin sabor y con mal aspecto. Por la tarde fuimos a la piscina, que estaba bastante bien, al igual que las demás instalaciones deportivas.

Al llegar la noche, nos encerraron en las habitaciones como si fuéramos prisioneros. Y aquí viene la mejor parte: hay un guardia de seguridad. No voy a decir el nombre, (KARIM), que es un poco excéntrico. Siempre anda con unas Converse y un Red Bull en la mano. A la mínima que escuchaba ruido, entraba alterado y amenazaba con echar a todos si nadie confesaba. Incluso se encaró con un amigo que estaba durmiendo y le echó la culpa de hacer ruido.

Al día siguiente, hicimos un crucero bastante chulo y fuimos a la playa. Por la tarde, organizamos unos juegos de agua, pero los monitores (Cristian y Marc) lanzaban globos y cubos de agua de forma agresiva, como si tuvieran confianza con nosotros, cuando en realidad nos caían fatal.

La segunda noche nos permitieron jugar a fútbol, que estuvo muy bien, y luego otra vez apareció Karim. Nos cambiábamos de habitación solo para molestarlo, y él nos sacaba a gritos. Subimos al piso de arriba para ver a unos amigos, y al bajar estaba Karim en plan "vigilante". Nos metimos corriendo a la habitación porque nos dio un susto tremendo. Entró enfadado, sacudiendo las literas con una rabia increíble, y empezó a gritar que salieran los que habían estado corriendo. Al final, salimos los tres que habíamos subido y nos sacó de la casa. Estuvimos esperando fuera unos diez minutos, hasta nos dio tiempo para inventar la excusa de que subimos a buscar a los profes porque teníamos hambre. Sorprendentemente, se lo creyó, y estaba tan confundido que hasta nos ofreció un vaso de agua y nos preguntó si estábamos a gusto, cuando hacía diez minutos casi nos grita en la cara.

Por cierto, alguien debería decirle al peluquero que le cortó el pelo a Cristian que hizo un trabajo bastante cuestionable. Además, Cristian miraba de forma bastante obvia a mi tutora, lo cual fue incómodo. En fin, a pesar de todo, estuvo divertido reírnos de la situación y de los personajes con los que nos tocó lidiar.

Paqui P. V.

Las habitaciones pequeñas pero limpias. Tuvimos un problema con un desagüe de una ducha y lo solucionaron rápido.
Las monitoras geniales y las actividades también.
Lo que no tiene perdón es la comida, durante cuatro días comimos lo mismo: pasta, hamburguesa y arroz tres delicias.
Han de poner un menú más variado y de mejor calidad. Aunque sea lo que más les gusta, los niñ@s acabaron hasta el gorro.

Raquel V.

El pasado mes de mayo estuvimos de viaje de fin de curso y nos alojamos en Amposta Park. Íbamos un poco asustadas por los comentarios que habíamos leído respecto a la comida e instalaciones. Sí que es verdad que las literas no eran muy cómodas, pero estaba todo muy limpio y organizado. Tanto el alumnado como el profesorado vivimos una experiencia única e inolvidable gracias al trato que tuvieron los monitores con nosotros, Arnau y Nerea. Su atención e implicación en todo momento fue impecable. Además, el trato con los niños y niñas fue muy cercano, lo que hizo que el último día muchos de ellos y ellas se fueran llorando porque se querían quedar más días.
Por otro lado, nos gustó mucho que las habitaciones del alumnado estuvieran cerca de la nuestra y de los baños, fue muy cómodo para organizarnos. Respecto a la comida, era variada, se podía repetir siempre que quisiéramos y la calidad era buena. Comimos muy bien durante toda nuestra estancia allí.
Finalmente, las instalaciones exteriores (pistas, piscina...) están genial.
Por todo ello, nuestra experiencia en Amposta Park fue maravillosa y, sin duda, nos gustaría repetir.

patricia 1.

Hemos venido con el equipo hacer un stage y la comida es un desastre, somos deportistas y sirven en bandejas platos para niños maximo como un Sub12, muy poca cantidad y nada de calidad, pasta y arroz duro con ffalta de cocción con aceite de girasol, en el menú de la cena escriben albondigas de pollo como segundo plato, en nuestro caso tenemos una jugadora de otra religión y no puede comer cerdo, despues nos damos cuenta que llevan cerdo, las chicas de cocina enfadadas si le pides repetir, adjunto una fotografia que utilizan cuchillos de plastico de usar y tirar y realmente los lavan y se lo dan al siguiente grupo.
A sido un tremendo desastre no recomiendo pagar la comida aquí, y por instalaciones estan que tiene que haber un lavado de cara general en toda la instalación.

Departament E. F.

RESEÑA REALIZADA POR ALUMNADO DE 6º PRIMARIA
Las instalaciones deportivas son bastante completas y amplias.
Habitaciones con su propio baño, no demasiado amplias y alguna sabana estaba sucia.
Los monitores eran agradables y ayudaban al alumnado.
La comida del albergue podría mejorar, típica comida para grandes grupos.
Las actividades nocturnas poco preparadas, echaron en falta mayor dedicación en ese momento.

ok O.

buenas, vengo a explicar la experiencia más pésima que he vivido y si fue en este mediocre sitio ,cuando mi curso y yo llegamos parecía todo muy bonito por fuera pero como bien se dice :no te fíes de las apariencias porq madre mía. Lo primero de todo es que para cenar en el pan había bichos y no pequeños ,nos dieron un trozo de pollo y repleto de salsa rara que daba asco y un puré lleno de trozos duros de pan con un vasito de agua ,para el desayuno nos sirvieron un colacao con un trozo de mortadela tiesa y por no hablar de las habitaciones que en las sábanas había sangre ,mantas tercermundistas ,ventanas rotas ,el somier de las literas eran 3 tablas de madera más fina que el cartón ,las paredes daban miedo porq de lo finas que son las tocas y se rompen ,el baño directamente el papel te lo llevas de tu casa y la ducha es simplemente suelo con una cortina con todo super sucio lleno de cal y 1 ducha para 8 personas que además inundaba todo el baño y habitación . Para rematar hay un vigilante nocturno que cuando leí las reseñas no me lo creía hasta que lo viví ,entro en nuestra habitación y se quedó tieso con la linterna mirándonos a todas que como nos moviéramos nos mataba y por no hablar del suceso de mi compañero que se tuvo que salir por la ventana debido a que le perseguía por beber agua a las 4 de la mañana y hacer el mínimo ruido ,se pensaban que lo iban a matar porq además si no lo tiraba el . Moraleja no vayáis a este sitio más pésimo a no ser que os queráis morir , le doy una estrella porq no le puedo dar menos ,gracias.

M &. M.

Mi hija estuvo de viaje de estudios de 6to. La comida; muy mala, poca cantidad, se han encontrado pelos, el pan, una piedra era más blanda, las habitaciones, viejas, un baño, para 8. Instalaciones obsoletas en general. NO LO RECOMIENDO EN ABSOLUTO!!